sábado, noviembre 28, 2009

Dipsomanía, preciosas palabras

(vuelve y vuela la música http://www.youtube.com/watch?v=aEj-mrwwaxo )


a escupitazos se pueden contar por docenas.
Más de cuatro millones de muertos debajo de mi cama y yo encima riñendo por un trago más de whisky contra mí mismo.

Dame más alcohol que pierda aún más las llaves de casa y llévame a empujones y en cuanto me abras la puerta ... suéltame, que ya llego yo hasta el armario del vino. Al librarte de mi peso oirás el seco golpe de mi cara sudada contra el suelo,no te asustes, y me verás rastrear un rastro inadvertible arrastrando mi dipsomaníaco cuerpo por el suelo.
Baba, saliva, sudor, sangre (quizás), mierda y roña, alcohol en la ropa; y además, un tiro en el pecho (me gusta imaginármelo, así justifico mis renqueantes andares). No es mucho el sudor, pero sí es frío, frío como un cuchillo que se pasea por mi garganta, visceras y cerebro, arañando, serenamente, cada centímetro cuerdo de mi cuerpo.
Sólo consigo acercarme al sillón y echarme otro whisky más con ...
-¿qué es eso? ¿queda?
-joder, es un puto poso de un vaso de mierda. Deja de hacer el idiota y vámonos a la cama.
-pásamelo

no sé qué era
marrón acocacolado con no sé qué aderezo; pero irremediablemente perfecto para mi whisky.
el dorado y alegre sabor del whisky...¡oooh dios mío! líbrame ya de este cuerpo o dame más ambrosía, no me entremaltrates...
-¿Hay hielo?
-Hay, pero joder, vamos a la cama, que están lloviendo perros y las dársenas están llenas de tumultos de cuerpos sedientos que encuentro por todas partes, y se acumulan en forma de montañas curvas e inconexas y no sé si son inmediatamente cónvexas o tal vez cóncavas
....y ...échame hielo que siga...
y están perfectamente compactas, aunque de vez en cuando, si se trepan boca abajo se pueden desplomar cientos de cuerpos diminutos y aplastarte contra el frío suelo de este tercero D. Te aseguro que más de dos mil putas me están esperando allí abajo para que caiga sobre ellas, tienen serviletas asomando por el escote y tenedor y cuchillo con las manos alzadas.

creo que estoy o soy pesadilla antes de navidad, porque es antes de navidad y estoy alucinando como un hijo de puta, como debe ser; y sólo me apetece decir la palabra "puta", y de vez en cuando "joder" también; y esta inocente Marla Singer asesinada que me acompaña se está cansando de mí al mismo tiempo que me ama más y más, ¡pero tiene tantas ganas de llorar!... que le apetece follar para recordar buenos y viejos tiempos, de cuando iba a la escuela primaria; y, para ello, ha escogido a un borracho que le recita a bukowsky y con los ojos en blanco le da lecciones de vida mientras que sólo piensa en follar hasta sudar el mecanismo que hace moverse al mundo y oxidarlo hasta la extenuación.

Y borracho y quieto en mi sofá amarillo
con luces de neón atravesando mi vislumbre,
enciendo un mechero cauteloso
y me fumo el último cigarrillo del paquete.
empujo su cuerpo moribundo de encima de la mesa
con mis propios zapatos
para poner los pies sobre la mesilla.

Cae al suelo,
despierta envuelta en cocaína

y se sienta a mi lado para abrazarme ad infinitum.

viernes, octubre 30, 2009

insatisfacción

no sé si te he contado ya lo que me pasa cuando mis ganas gritan frente a cualquier cosa. Se me tergiversa la vista y empiezo a hacer oblicuas las esquinas de las fotografías, las miradas de recelos arden los objetos admirados y un tú tan extremadamente lejano, un tú atrapado por esos asquerosos 80 que tanto me duelen. Comienzo a distinguir entre la esencia y los colores con sus formas y sus alas plegadas frente a cada cuadro; puedo comenzar a elevarme sobre el resto y el eterno vaivén deshilvanador de la hermosura y constructor de la realidad más dolorósamente dura.
Te hablo (ya no sé si Eva, porque eres lejana)de la sensación de poder ver infinítamente todo infinítamente hermoso, de tocar la lengua, el cielo y la luna de la dulce pederastia en el cuerpo de una mujer de la más absoluta madurez, puta lejana.
Siempre me han desconcertado los ojos profundos y negros en las caras sin maquillajes, me ha asustado siempre hasta desfallecer el no poder no aceptar un rostro desnudo de ojos profundos, pero siempre he aceptado desconcertado al no saber remontar el mundo de esa vida tan desesperadamente hermosa y loca.

resaca de vino tinto en la madeja de mi cuerpo y en la bandeja del salpicadero.

Es la sensación boquiabierta de abrir los ojos para admirar a lo absoluto, la de torcer la cabeza al ritmo del retorcer del torso y sentir el hormigueo de unas pupilas dilatadas que han visto lo que no esperaban ver;
al unísono mi cadáver y el baile de una virgen provocadora.
No sé si te he explicado aquello de que alguna vez el amor no es el amor y es la lujuria o la añoranza de ella; y se echa de menos con una fuerza aún mayor.
Se puede matar a alguien a distancia simplemente con echarle de menos,
y más de una cabeza pende sobre un hilo llameante en estos distantes años modernos.

insatisfecho es la palabra.

jueves, octubre 08, 2009

la mejor resaca

Adivinar un rostro precioso inmerso en un vocabulario gernoso y sobre una personalidad que deja poco al asombro. adivinarlo entre las sabanas gimiendo y loco el rostro y entumeciéndose el resto del cuerpo y el torso irguiéndose a cada sacudida de calor. Adivinarlo entre las ráfagas de luz lunar que deja que pasen esta ventana minúscula y las cortinas abriéndote paso como una musa (ya no tan difusa); la situacíón se torna de nuevo obstusa y no sé qué tipo de excusas se evaporan con la intención tan pura y pulcra de abrir las esclusas y así excluir a ciertos individuos de esta carnada y fluir, que es lo importante, fluir como cerdos el uno del otro y sudarse el celo sin miedo y con muuuuy poco recelo. No hay esperas ni parones y el humo ciego del fruto de las flores nos puede hacer tumbarnos doloridos y corridos a manta.
El celo del uno frente al otro y las aureolas de colores suaves y tenues y los ojos azules huelen a sexo por cualquier parte del mundo. Saben a caramelo de café, y sin duda, ni a whisky ni a hielo: saben a celo, a bocanadas de celo y sangre por el suelo y sobre el cuerpo y empapando las sábanas para resolver el entuerto cegato; y al rato, desplomarse sobre una inmensidad de plumas y gorgotones de maravillas y purpurinas para explicar que follar es una actividad sin igual.

(y dolor de cabeza al final si es con desconocidos)

viernes, octubre 02, 2009

funerales en vida

No me enteré de este 2009, no me enteré de cómo se escapaba de entre mis manos antes del invierno. Se me fué deprisa y continuamente me cuestiono si es o no 2008, aquellos maravillosos e indiferentes años.
Nunca me habían cantado con guitarra en un lugar tan sereno, y quizás sea eso lo que haya matado a dos mil nueve, o no, no sé.
¿sabes eso de sentir como una especie de élice sobre tu cabeza, ante la planicie, pero que planea y no baja ni cesa?
Lo intento pero no puedo, quisiera dejar esta herida en manos de una mujer y así adivinar a eva entre las...(¿tinieblas? ¿no suena demasiado cutrétrico?)a eva, a la eva que tanto me ha dado de vivir y desayunos in café con leche ausentes; y no porque la máquina estuviese rota: no desayunábamos nunca, como mucha gente, pero sólo como nosotros, y yo salía corriendo por las escaleras porque bloqueabas el ascensor con tu cuerpo recién despierto, cubierto por tu pelo y sonriendo tímida y pícara como siempre, con una mano a dos palmos de tu cabeza apoyada en la puerta y la otra en la cintura.

Ojitos de miel,
besos de gato
y lágrimas de plomo sobre este pecho de aceite.

. En esta antología de llantos, a veces disfrutábamos como niños pequeños cogidos de la mano haciendo volar a las palomas. Y lloras, o llorabas, eva, y yo te miraba con estas cuencas sin ojos y tu cielo estallaba tan altruistamente que nos lanzábamos a la borda día tras noche

Soy vulnerable, y si me cogen de la mano puedo causar fatiga.

miércoles, septiembre 09, 2009

correr, huir, gritar, empezar.

voy a ir a donde siempre queremos estar: a cualquier sitio donde poder gritar y que nadie nos escuche, a fin de cuentas cualquier sitio. Nos oyen; oyen gritos y risas y llantos de colores y sabores diferentes, pero no los escuchan. Escuchar escuchar tampoco escucho, ni (aunque suene bien) me ducho; pero qué se le va a hacer. Pero en serio que voy a ir a cualquier sitio donde no nos oigan gritar, y no gritaré (para qué, si nadie me oye), simplemente se puede esperar a que venga alguien a gritar y joder ese sitio. Joderlo porque habré escuchado gritar a algún cabron desesperado y vergonzoso; y matar el metalugar y no dejarlo estar para poder escuchar gritar a cualquiera donde quiera que esté. Tener las orejas del tamaño de un cráter volcánico y que mis oidos se oigan a sí mismos al ponerse a funcionar. Y matar otra vez, que llevo mucho tiempo sin hacerlo.

domingo, mayo 31, 2009

ingobernable e feroce

(pocas veces escribo sin música....
http://www.youtube.com/watch?v=R8MzHqkNBwo
)




No te exaltes ni te vayas, muchacha.
No te inquietes el alma que la noche
es joven para nosotros, muchacha.
No te sientas oscura que esta noche nuestra
Es oscura como todas las noches.

No te pienses desnuda en el camino
Ni te crezcas al vuelo mañanero.
No obedezcas al silbido del viento
Entre las hojas que acarician ásperas

No te enredes al verso que te nombra,
¿Qué no es estrofa ni es rima?,
¿Qué es sólo sentido expuesto y enfermo?
Tranquila observa sentada al poeta.

No te sientes en cada farola
A esperar a quien te grita,
No te sientas tan sólo farola
Si te esperan o te gritan.

Sé una flor acariciada por una línea
Que se ondee para nosotros.
Inquebrantable y feroz
Ingobernable e feroce.

Sé el nido del sexo sudado
Y del verso acostado
De los ojos entornados
Que golpean el teclado
Y escriben consternados
Al tempo pausado
De la melodía de estas, nuestras pequeñas cosas.

Y álzate y baila, báilame alzada.
Antigua compañera de otras vidas
De otros pasajes del mismo capítulo encerrado
Danza a esta música escrita en ti desnuda.

sábado, mayo 23, 2009

camina para ser feliz


entiendo que te vayas, que te tengas que ir y que no puedas eperarme. entiendo que no tengas el tiempo del mundo entero ni la vista de pájaro y que no puedas elevarte por encima del espacio, y también entiendo que al mismo tiempo vueles.
marcha, si así sientes, y si no también. sálvate ahora que puedes y quiebra tan sólo un único hueso por olvidarme (pero nunca del todo).

si quieres hacerlo, hazlo, pero deja que suceda a mi manera.

déjame verte acercándote al muelle con ese vestido blanco de bordados ocre, que no pueda apartar mis ojos de ti. déjame ver cómo ese pelo que tanto me ha hipnotizado lo haga por última vez bailando con el viento.
no olvides dejarme ver cómo saltas a esa barca que te aleja ahora y frunces el ceño por el miedo al dolor de caer al agua (pero nunca caes, nunca te dejaría).

Ahora date la vuelta mientras ese barquero te aleja de la orilla y mírame a los ojos. y no hagas nada. haz nada. mírame a los ojos mientras te vas, cómo si estuviésemos a punto de cerrar la puerta del ascensor que siempre nos separa.

permítele a mi sombrero que salte y vuele empujado por la misma ráfaga de viento que movía tu pelo y corra hacia ti y caiga justo a tu lado, pero en el agua, y se quede balanceándose un rato en esa misma porción de agua que le ha tocado sentir empapando sus costuras. Deja que mi sombrero haga eso, porque yo no me atrevería a ir corriendo hasta el borde del muelle y saltar al agua y nadar hasta a ti mientras tú te alejas y me ves nadando sin inmutarte pero sintiendo lo mismo que yo, sin poder apartar tu mente de la mía.
y darte alcance, alcanzarte. y agarrar el borde de la barca y hacer que todo caiga y tú conmigo al agua; y nos bailemos el agua y bailemos en el agua y cerremos los ojos y agitemos las piernas para mantenernos a flote. y démonos ese beso que tanto se escapa de esos labios que tanto se alejan ahora de mí en esa barca mientras que un par de pupilas reflejan mi imagen en sus cuerpos.

mi quietud.

mi no poder dejar de sentir.

mi larga chaqueta ondeada por el viento juguetón con el que tanto hemos jugado y que ahora, triste, intenta alegrarse el día haciéndome carantoñas para que extienda mi mano y juegue con él, ya que tú te has ido, y no puede jugar con tu pelo... ¡con lo que le encantaba!...

y ahora el viento llora mientras me tira del pelo y de mis ropas y rompe el muelle por el que te has ido, eva.