lunes, noviembre 29, 2010

damisela rompetiempos

tu bus llega a las 8:40 a mi cama.

abres la puerta de la casa silenciosa de este invierno, atraviesas el pasillo, pasas por delante de la cocina (que tiene la puerta semientornada y deja una veta de luz) y del baño, y llegas a la puerta violeta de mi habitación. La abres con tu sonrisa, agarrando el pomo al mismo tiempo que acercas tu cabeza a la puerta... y asoma tu sonrisa radiante en mi habitación a oscuras iluminándola tenuemente (para no molestar).
Al fondo de la habitación...un cuerpo se despierta. Se retuerce y te esboza su primera sonrisa del día, se despereza y te emite una sonrisa que le impide abrir los ojos.

-He traído el desayuno.- se escuchaba en mi mejilla mientras me besaban con ternura unos labios rosados.


Eres mi popper temporal. El popper es una droga que se comenzó a usar como vasodilatador para aliviar la angina de pecho, su duración era breve e intensa. Más tarde se empezó a usar como dilatador anal para las relaciones sexuales, extendiéndose más su "comercialización".
Tu eres así, pero a lo temporal (aunque siempre perenne). Entras en mi vida sin llamar a la puerta pero sin dejar de saber que estás ahí,esperando, con las manos entrelazadas en el bajovientre y sonriendo, siempre sonriendo. Entras sin promesas por cumplir y sin cosas por hacer, teniendo como límite el horizonte, quedándose obsoleta la estratosfera. Entras en mi espacio temporal para dilatar mi tiempo, mientras que siempre he creído que eso acotaría mi desarrollo. Entras y haces dilatar las dimensiones espacio-temporales, rompiendo temporalmente las barreras cuánticas y haciendo que el tiempo pase más lento. Me gustaría decir que nuestro amor es cuántico, pero no lo voy a decir (aunque te lo pueda demostrar por la cuántica),sólo voy a decir que los minutos, contigo, tienen que pasar un par de veces. Dilatas el tiempo y me dilatas el pecho (aún no he comprobado lo anal).


eres carne de poesía, lo que pasa es que nunca me atrevo a conceptualizarte.

sábado, noviembre 06, 2010

desafinad!

el cielo, algunas mañanas en el norte, te impone unos tonos grisáceos que joden, incluso llega a mojarte con una llovizna continua que sólo sirve para molestar y hacerte cagarte en la civilización meteorológica. además, es probable que te cueste respirar por cualquier congestión, con lo que el agobio puede resultar aturullante, o al menos a mí me lo parece. y revives las típicas escenas, ya sabes, aquello de mirar desde el interior de un coche lleno de gente a través de unos cristales empapados una mañana fresquita, con el estómago calentito por café. y ves los típicos divagares de las gentes con sus quehaceres pucelanos y sus "qué más me da a mí" o sus "eres el leitmotiv de mi vida"... a fin de cuentas, con la mirada perdida en las calles irregulares, no esperas que nada te sorprenda, y de repente, te sorprende: haciendo las veces de luz hecha sonido, una voz adolescente y femenina se alza sobre las conversaciones de política. esa voz va, en un primer momento, sobrellevando la canción que suena en el salpicadero, pero crece, de forma inasible, crece mucho más de lo que el autor de la canción pensó nunca. su voz es adolescente, pero ella no lo es, pues su adolescencia (junto con la de sus compañeres) fue diferente a la del resto; no es lo mismo nacer en la pantorrilla de la vida que en el entrecejo.
su voz sigue creciendo, conoce la canción y es súmamente agradable, se sabe desgarrar y abrazarse cuando lo tiene que hacer, sabe cantar, aunque parece que lo hace sin querer, y eso es lo bonito, sentada al final del coche. y cierra los ojitos entonando y sintiendo lo que reza en inglés; hasta que se resta, y se queda agazapada, en el fondo del coche, más cómoda que antes.

es una estamapa maravillosa, me obnubilo, me letargo y de repente me despierto.

y me aborda la tragedia:
"¿canta porque le gusta la canción y disfruta (simplemente disfruta), o canta para que sepamos que se sabe la canción y que sabe cantar?"


cada vez desconfío más del mundo, me aborda más la tragedia, me torno más hijoputa e hipócrita. y eso me vuelve un ser un poco más misántropo y menos amante del ser humano.

¿os puedo partir las rodillas de un patadón en la rótula?


os jodéis, flanderes del mundo