sábado, noviembre 28, 2009

Dipsomanía, preciosas palabras

(vuelve y vuela la música http://www.youtube.com/watch?v=aEj-mrwwaxo )


a escupitazos se pueden contar por docenas.
Más de cuatro millones de muertos debajo de mi cama y yo encima riñendo por un trago más de whisky contra mí mismo.

Dame más alcohol que pierda aún más las llaves de casa y llévame a empujones y en cuanto me abras la puerta ... suéltame, que ya llego yo hasta el armario del vino. Al librarte de mi peso oirás el seco golpe de mi cara sudada contra el suelo,no te asustes, y me verás rastrear un rastro inadvertible arrastrando mi dipsomaníaco cuerpo por el suelo.
Baba, saliva, sudor, sangre (quizás), mierda y roña, alcohol en la ropa; y además, un tiro en el pecho (me gusta imaginármelo, así justifico mis renqueantes andares). No es mucho el sudor, pero sí es frío, frío como un cuchillo que se pasea por mi garganta, visceras y cerebro, arañando, serenamente, cada centímetro cuerdo de mi cuerpo.
Sólo consigo acercarme al sillón y echarme otro whisky más con ...
-¿qué es eso? ¿queda?
-joder, es un puto poso de un vaso de mierda. Deja de hacer el idiota y vámonos a la cama.
-pásamelo

no sé qué era
marrón acocacolado con no sé qué aderezo; pero irremediablemente perfecto para mi whisky.
el dorado y alegre sabor del whisky...¡oooh dios mío! líbrame ya de este cuerpo o dame más ambrosía, no me entremaltrates...
-¿Hay hielo?
-Hay, pero joder, vamos a la cama, que están lloviendo perros y las dársenas están llenas de tumultos de cuerpos sedientos que encuentro por todas partes, y se acumulan en forma de montañas curvas e inconexas y no sé si son inmediatamente cónvexas o tal vez cóncavas
....y ...échame hielo que siga...
y están perfectamente compactas, aunque de vez en cuando, si se trepan boca abajo se pueden desplomar cientos de cuerpos diminutos y aplastarte contra el frío suelo de este tercero D. Te aseguro que más de dos mil putas me están esperando allí abajo para que caiga sobre ellas, tienen serviletas asomando por el escote y tenedor y cuchillo con las manos alzadas.

creo que estoy o soy pesadilla antes de navidad, porque es antes de navidad y estoy alucinando como un hijo de puta, como debe ser; y sólo me apetece decir la palabra "puta", y de vez en cuando "joder" también; y esta inocente Marla Singer asesinada que me acompaña se está cansando de mí al mismo tiempo que me ama más y más, ¡pero tiene tantas ganas de llorar!... que le apetece follar para recordar buenos y viejos tiempos, de cuando iba a la escuela primaria; y, para ello, ha escogido a un borracho que le recita a bukowsky y con los ojos en blanco le da lecciones de vida mientras que sólo piensa en follar hasta sudar el mecanismo que hace moverse al mundo y oxidarlo hasta la extenuación.

Y borracho y quieto en mi sofá amarillo
con luces de neón atravesando mi vislumbre,
enciendo un mechero cauteloso
y me fumo el último cigarrillo del paquete.
empujo su cuerpo moribundo de encima de la mesa
con mis propios zapatos
para poner los pies sobre la mesilla.

Cae al suelo,
despierta envuelta en cocaína

y se sienta a mi lado para abrazarme ad infinitum.

viernes, octubre 30, 2009

insatisfacción

no sé si te he contado ya lo que me pasa cuando mis ganas gritan frente a cualquier cosa. Se me tergiversa la vista y empiezo a hacer oblicuas las esquinas de las fotografías, las miradas de recelos arden los objetos admirados y un tú tan extremadamente lejano, un tú atrapado por esos asquerosos 80 que tanto me duelen. Comienzo a distinguir entre la esencia y los colores con sus formas y sus alas plegadas frente a cada cuadro; puedo comenzar a elevarme sobre el resto y el eterno vaivén deshilvanador de la hermosura y constructor de la realidad más dolorósamente dura.
Te hablo (ya no sé si Eva, porque eres lejana)de la sensación de poder ver infinítamente todo infinítamente hermoso, de tocar la lengua, el cielo y la luna de la dulce pederastia en el cuerpo de una mujer de la más absoluta madurez, puta lejana.
Siempre me han desconcertado los ojos profundos y negros en las caras sin maquillajes, me ha asustado siempre hasta desfallecer el no poder no aceptar un rostro desnudo de ojos profundos, pero siempre he aceptado desconcertado al no saber remontar el mundo de esa vida tan desesperadamente hermosa y loca.

resaca de vino tinto en la madeja de mi cuerpo y en la bandeja del salpicadero.

Es la sensación boquiabierta de abrir los ojos para admirar a lo absoluto, la de torcer la cabeza al ritmo del retorcer del torso y sentir el hormigueo de unas pupilas dilatadas que han visto lo que no esperaban ver;
al unísono mi cadáver y el baile de una virgen provocadora.
No sé si te he explicado aquello de que alguna vez el amor no es el amor y es la lujuria o la añoranza de ella; y se echa de menos con una fuerza aún mayor.
Se puede matar a alguien a distancia simplemente con echarle de menos,
y más de una cabeza pende sobre un hilo llameante en estos distantes años modernos.

insatisfecho es la palabra.

jueves, octubre 08, 2009

la mejor resaca

Adivinar un rostro precioso inmerso en un vocabulario gernoso y sobre una personalidad que deja poco al asombro. adivinarlo entre las sabanas gimiendo y loco el rostro y entumeciéndose el resto del cuerpo y el torso irguiéndose a cada sacudida de calor. Adivinarlo entre las ráfagas de luz lunar que deja que pasen esta ventana minúscula y las cortinas abriéndote paso como una musa (ya no tan difusa); la situacíón se torna de nuevo obstusa y no sé qué tipo de excusas se evaporan con la intención tan pura y pulcra de abrir las esclusas y así excluir a ciertos individuos de esta carnada y fluir, que es lo importante, fluir como cerdos el uno del otro y sudarse el celo sin miedo y con muuuuy poco recelo. No hay esperas ni parones y el humo ciego del fruto de las flores nos puede hacer tumbarnos doloridos y corridos a manta.
El celo del uno frente al otro y las aureolas de colores suaves y tenues y los ojos azules huelen a sexo por cualquier parte del mundo. Saben a caramelo de café, y sin duda, ni a whisky ni a hielo: saben a celo, a bocanadas de celo y sangre por el suelo y sobre el cuerpo y empapando las sábanas para resolver el entuerto cegato; y al rato, desplomarse sobre una inmensidad de plumas y gorgotones de maravillas y purpurinas para explicar que follar es una actividad sin igual.

(y dolor de cabeza al final si es con desconocidos)

viernes, octubre 02, 2009

funerales en vida

No me enteré de este 2009, no me enteré de cómo se escapaba de entre mis manos antes del invierno. Se me fué deprisa y continuamente me cuestiono si es o no 2008, aquellos maravillosos e indiferentes años.
Nunca me habían cantado con guitarra en un lugar tan sereno, y quizás sea eso lo que haya matado a dos mil nueve, o no, no sé.
¿sabes eso de sentir como una especie de élice sobre tu cabeza, ante la planicie, pero que planea y no baja ni cesa?
Lo intento pero no puedo, quisiera dejar esta herida en manos de una mujer y así adivinar a eva entre las...(¿tinieblas? ¿no suena demasiado cutrétrico?)a eva, a la eva que tanto me ha dado de vivir y desayunos in café con leche ausentes; y no porque la máquina estuviese rota: no desayunábamos nunca, como mucha gente, pero sólo como nosotros, y yo salía corriendo por las escaleras porque bloqueabas el ascensor con tu cuerpo recién despierto, cubierto por tu pelo y sonriendo tímida y pícara como siempre, con una mano a dos palmos de tu cabeza apoyada en la puerta y la otra en la cintura.

Ojitos de miel,
besos de gato
y lágrimas de plomo sobre este pecho de aceite.

. En esta antología de llantos, a veces disfrutábamos como niños pequeños cogidos de la mano haciendo volar a las palomas. Y lloras, o llorabas, eva, y yo te miraba con estas cuencas sin ojos y tu cielo estallaba tan altruistamente que nos lanzábamos a la borda día tras noche

Soy vulnerable, y si me cogen de la mano puedo causar fatiga.

miércoles, septiembre 09, 2009

correr, huir, gritar, empezar.

voy a ir a donde siempre queremos estar: a cualquier sitio donde poder gritar y que nadie nos escuche, a fin de cuentas cualquier sitio. Nos oyen; oyen gritos y risas y llantos de colores y sabores diferentes, pero no los escuchan. Escuchar escuchar tampoco escucho, ni (aunque suene bien) me ducho; pero qué se le va a hacer. Pero en serio que voy a ir a cualquier sitio donde no nos oigan gritar, y no gritaré (para qué, si nadie me oye), simplemente se puede esperar a que venga alguien a gritar y joder ese sitio. Joderlo porque habré escuchado gritar a algún cabron desesperado y vergonzoso; y matar el metalugar y no dejarlo estar para poder escuchar gritar a cualquiera donde quiera que esté. Tener las orejas del tamaño de un cráter volcánico y que mis oidos se oigan a sí mismos al ponerse a funcionar. Y matar otra vez, que llevo mucho tiempo sin hacerlo.

domingo, mayo 31, 2009

ingobernable e feroce

(pocas veces escribo sin música....
http://www.youtube.com/watch?v=R8MzHqkNBwo
)




No te exaltes ni te vayas, muchacha.
No te inquietes el alma que la noche
es joven para nosotros, muchacha.
No te sientas oscura que esta noche nuestra
Es oscura como todas las noches.

No te pienses desnuda en el camino
Ni te crezcas al vuelo mañanero.
No obedezcas al silbido del viento
Entre las hojas que acarician ásperas

No te enredes al verso que te nombra,
¿Qué no es estrofa ni es rima?,
¿Qué es sólo sentido expuesto y enfermo?
Tranquila observa sentada al poeta.

No te sientes en cada farola
A esperar a quien te grita,
No te sientas tan sólo farola
Si te esperan o te gritan.

Sé una flor acariciada por una línea
Que se ondee para nosotros.
Inquebrantable y feroz
Ingobernable e feroce.

Sé el nido del sexo sudado
Y del verso acostado
De los ojos entornados
Que golpean el teclado
Y escriben consternados
Al tempo pausado
De la melodía de estas, nuestras pequeñas cosas.

Y álzate y baila, báilame alzada.
Antigua compañera de otras vidas
De otros pasajes del mismo capítulo encerrado
Danza a esta música escrita en ti desnuda.

sábado, mayo 23, 2009

camina para ser feliz


entiendo que te vayas, que te tengas que ir y que no puedas eperarme. entiendo que no tengas el tiempo del mundo entero ni la vista de pájaro y que no puedas elevarte por encima del espacio, y también entiendo que al mismo tiempo vueles.
marcha, si así sientes, y si no también. sálvate ahora que puedes y quiebra tan sólo un único hueso por olvidarme (pero nunca del todo).

si quieres hacerlo, hazlo, pero deja que suceda a mi manera.

déjame verte acercándote al muelle con ese vestido blanco de bordados ocre, que no pueda apartar mis ojos de ti. déjame ver cómo ese pelo que tanto me ha hipnotizado lo haga por última vez bailando con el viento.
no olvides dejarme ver cómo saltas a esa barca que te aleja ahora y frunces el ceño por el miedo al dolor de caer al agua (pero nunca caes, nunca te dejaría).

Ahora date la vuelta mientras ese barquero te aleja de la orilla y mírame a los ojos. y no hagas nada. haz nada. mírame a los ojos mientras te vas, cómo si estuviésemos a punto de cerrar la puerta del ascensor que siempre nos separa.

permítele a mi sombrero que salte y vuele empujado por la misma ráfaga de viento que movía tu pelo y corra hacia ti y caiga justo a tu lado, pero en el agua, y se quede balanceándose un rato en esa misma porción de agua que le ha tocado sentir empapando sus costuras. Deja que mi sombrero haga eso, porque yo no me atrevería a ir corriendo hasta el borde del muelle y saltar al agua y nadar hasta a ti mientras tú te alejas y me ves nadando sin inmutarte pero sintiendo lo mismo que yo, sin poder apartar tu mente de la mía.
y darte alcance, alcanzarte. y agarrar el borde de la barca y hacer que todo caiga y tú conmigo al agua; y nos bailemos el agua y bailemos en el agua y cerremos los ojos y agitemos las piernas para mantenernos a flote. y démonos ese beso que tanto se escapa de esos labios que tanto se alejan ahora de mí en esa barca mientras que un par de pupilas reflejan mi imagen en sus cuerpos.

mi quietud.

mi no poder dejar de sentir.

mi larga chaqueta ondeada por el viento juguetón con el que tanto hemos jugado y que ahora, triste, intenta alegrarse el día haciéndome carantoñas para que extienda mi mano y juegue con él, ya que tú te has ido, y no puede jugar con tu pelo... ¡con lo que le encantaba!...

y ahora el viento llora mientras me tira del pelo y de mis ropas y rompe el muelle por el que te has ido, eva.

martes, mayo 05, 2009

rugiendo en la madrugada


eran las mil y no sé cuantas de la noche oscura del culo sucio y el cenicero lleno de colillas de camel y chesterfield, una por cada sentimiento expuesto.
eran 4 los coches que circulaban despiertos todavía, demasiado tarde para gente cuerda despierta.
veníamos emocionados como adolescentes y con muchas ganas de pisarle a este ataúd con ruedas que es mi coche y pasar por al lado de la negra y esbelta figura y guiñarle un ojo al enseñarle el corazón de la mano derecha.

íbamos
muy
ciegos
a mierdas de muchos colores
y
tex
turas.

índice indica la explícita mano del asfalto que se alzaba y nos miraba. saltó el vehículo un poco con nosotros dentro y al tercero en cuestión le dió un casi infarto.

confía en él, le decía mientras le sonreía tranquilizador, pero sabiendo que la emoción le paraba el sudor de las manos y el miedo al mismo tiempo al conductor de esta bala de amor y dolor.

tan pronto como aquella cabra al volante acariciaba circunferenciante al volante, masturbaba a su freno de mano y las ruedas besaban el suelo dejándolo untado de un carmín negro. la gente, desde sus camas, acostada, pensaba en que otro insensato de diecitantos años le había pillado el coche a papá para hacer una expedición; pero claro, ¿cómo lo iban a imaginar? ¿quién diría a quién que el mismo diablo se había metido en el cerebro de este piloto?

carrerteras de trasvase para poner a prueba manojos de nervios, autovías para hacer temblar el cuerpo sin moverlo y reirnos de los rádares que nos miraban desesperados, poligonos industriales para hacer gritar a algún guarda de seguridad y provocar a los amantes de sirenas a que vengan a buscarnos. desaparecer entre la niebla y volver a saltar desde el aire para dar un puñetazo al asfalto y marcar territorio.

torcíamos y poníamos a prueba la realidad a nuestro antojo, y nuestro antojo no es de los que se contenta con un fajo o con levantar algún refajo y besar el cielo con pelo...
no.

para colmo descontrolado, el desamor imparable de este piloto loco detonó el plomo de las venas y...
imagino el resultado y me eyaculo encima.

pensé en tranquilizarlo, pero ... tenía ya tantas cosas hechas y tan pocas sensaciones conocidas por llevar a cabo y tantas ganas de experimentar choques bruscos en este hastío aburrido que...llega un momento venéreo en el que te planteas que no mueres porque...

y de repentes sientes que los dementes burbujean indecentemente dentro de tu tarada mente intermitentemente cuerda y psicópatamente suelta...


vuela


-eh, tú, haz lo que tengas que hacer. Estoy preparado.
- ¿a qué te refieres?
- haz lo que tengas que hacer.

un motor ruge en la noche y desgarra el apacible mundo nocturno

miércoles, abril 29, 2009

ven, acércate a mí

ven y acércate y pégame que me encanta el sado.

ven y hazme sentir que podemos volar sin levantar los pies del suelo.
ven y que vengas con asaltos a bancos y con heridas leves a inocentes seres.
ven y acompaña a este cabrón en el mundo de los sin condón, que este sida es para todos, no?
ven y dime que me quieres cuando sólo me tienes cariño, y fóllame como una cerda mientras caen tus pechos en mi cara y el sudor nos desarma.
ven y baila hasta que se te caiga el cuerpo, desnuda, carne podrida y trémula: dámela de comer, que me encanta.
ven con tus carnes suaves y rosas y hazme el amor y abrázame después.
ven, hasta que, hechos pedazos caidos del techo, sudemos a muerte en la competición de los buenos momentos.
ven a mi casa a ganar el campeonato de zanahorias y llevarte el primeeeer premio.

salta desde lo más alto. ven volando (si te atreves). ven volando y búscame por donde sabes que no puedo estar, proque allí me siento a esperar al viento, a ver cómo llegan los "es que no entiendo" y a golpearlos con hachas de asaltos desde la azotea impenetrable desde la tierra.

soy aquel que consuela desde la suela de un zapato hasta la caspa más densa, pero con las riendas sueltas, perdido.

ahora siéntate, a mi lado. escucha esta canción y termina este cigarro, relajada, mientras te miro. mientras crece mi náusea (mis ganas de vomitar de nuevo), el placer de regurgitar algo que ya ha sido tuyo.
ven y sostenme el pelo mientras se me llenan los ojos (boca abajo) de lágrimas nacidas de apretar el estómago. ven y hazme que sienta limpieza después de haber echado a la mierda toda esta basura.

pero en serio, ven. termina ese cigarro sentada a mi lado y déjame mirarte hasta que venga el sol.

duérmete.

martes, abril 21, 2009

todo espejado

he mirado mi reflejo mientras caminaba en los espejos de las tiendas. una tras otra. todas con su espejo y su así eres tú. he volado de espejo en espejo sin saltar y sin dejar de hacerlo. he hecho que mi rostro cansado aparezca desafiante ante toda esta calamidad que nos azuza, compañeros.
desafiante y ladrante o ladrador, como queráis, así me invento.

acosado por esa dignidad que me falta, que me impide erguir mi frente bien alta y escupir más de estas tres balas, el no poderse deslizar sobre la cama como un sábana de un cobrador de frac disfrazado de fantasma; acosado por estos sin saberes ni quehaceres, como decía, he ido impulsado como un soplo de espejo en espejo y en cada espejo se quedaba un pedazo de yo, un bosquejo, un boceto de este errante perenne y eterno, de ideología caduca, por supuesto, y de riendas sueltas y el pelo a lo loco y ... acostado en una plaza, abrazado, veo los edificios recortados en este tan azuladamente cielo.

domingo, abril 19, 2009

agobios de millonario

me perdonarías si pienso en mí?
me perdonarías si escribo cien volúmenes de cosas que no me atrevo a decirte?
me perdonarías si un trafalgar como yo sólo consigue hacerte daño?

me perdonarías?

me perdonarías si te quedas en mi memoria por mucho más tiempo de 19 días y 500 noches?
me perdonarías?
me perdonarías si a cada paso que das te acordases de mí y ese charco de lágrimas llevase mi copyright?

no, no pido perdón. para qué? si ya no me vas a perdonar.



necesito volver a escribir y a volar. no puedo con esta seguridad de que estoy vivo

viernes, marzo 13, 2009

rendir cuentas

no me apetecía otra cosa que sentir. ni escribir ni maldecir a base de cantigas para el sobrevivir y odas del malvivir. sentir, me apetece sentir.

Sentirlo todo en la palma de mi mano para que se impregne en ella el olor de la vida, si es que existe el olor éste o la misma vida,

ahora, tengo agobios de millonario

viernes, marzo 06, 2009

desert eagle desganada


Cómo me gustaría, joder.

Como me encantaría verte atado de pies y manos a esa silla.
Cómo me gustaría acercarme con una desert eagle en la mano y ver cómo tu cara enrojece y se angustia. Ver cómo empiezan a rodar esas lagrimitas junto con unos inteligibles balbuceos que se oirían al tener tu bocaza cerrada con un esparadrapo.

Cuánto me encantaría quitarte de un tirón la cinta plateada de la boca y meterte la pipa en ella mientras lloriqueas unos “no, por favor”.
–¿lo sientes?- te diría.
–¿notas el sabor del hierro mezclándose en tu saliva? Curioso que ese vaya a ser tu último sabor, ¿no?- fantástico.

Cómo me gustaría, además, magullarte un poco, a lo reservoir dogs, y que llores…cómo me gustaría pasearme delante tuya y cantando mientras estás atado a esa jodida silla y sufriendo, sin saber en qué momento te apuntaré con la 5.0.

¿Y dónde mierda se encuentra esa silla que tanto añoro? ¿Quién la tiene? ¿Dónde cojones está? ¿Dónde está la llave que me la da?
La clave es esa silla, tiparrejo, no lo dude; si la tuviese, estaría usted en ella, seguro, lloriqueando…lloriqueando y diciéndome que no tengo motivos…¡pero cuántos errores, por favor, pero cuántos!


Ni te imaginas lo que guardamos en los corazones los locos de atar…

Tiene usted mucha suerte…
ich hab´ keine lust

miércoles, febrero 25, 2009

Juan Ramón Munet Batcát (mogway)

sentado en una silla de madera de culo redondo en el balcón, una silla con, quizá, cincuenta años. Las piernas abiertas y sobre ellas una suerte de escopeta o de fusil o no sé que clase de regulador.
una pipa de tabaco en la boca le acompaña; no es tabaco normal, es un tabaco que él planta; no la droga ésta de los jóvenes que les pudre el cerebro, un tabaco bien bueno, jodídamente bueno, irremediablemente bueno, tan bueno que te eyacula el alma al mascarlo.

la camisa abierta a mitad del pecho y los tirantes marrones sujetando sus pantalones con, quizás, algunos veinte años también.

su cara, ya no es lo que era antes, se siente cada mañana ante el espejo como si le hubiesen tirado de la piel y ésta se hubiese quedado colgando; y los peluchos grisesblancos de la barba tampoco son lo que eran antes, ahora son sólo meras coincidencias.
su labio superior caído por haber llevado bigote antaño y los ojos escondidos adentro de sus cuencas, la mirada perdida, mirando al final de la calle que se ve desde su balcón.
nadie en ella ya pasea, sólo drogadictos y putas y algún maleante maloliente.

Nada es lo que antes era, nada tiene sentido ahora, ¡que salga a palestra el jodido imbécil que cambió todo esto! ¡que salga de su rolrois si tiene los cojones de presentarse ante mí!, decía a grito limipio y desgarrado desde el balcón.
daba igual, nadie respondía, ni tan siquiera aparecía aquel patán que lo cambió todo, no. no por nada, sino porque no lo había.

las manos enormes apoyadas en los extremos de la escopeta de caza; y su pelo, grisáceo, sin nada que aportar ya al mundo además de experienciahistoriasconsejosyverdadescomotemplos.

¡qué más le daba a él lo que pensaran de él o lo que con él hicieran ahora que nadie lo valora!? ¡qué demonios más da!?



empezó


murciélagos salieron de todos los cajones y rincones y armarios y bajocamas que tenía en su casa. un griterío inmenso.
Gerona ahora calló, ni ella misma sabía en qué mes estaban ni en qué estación ni qué mierda era lo que estaba pasando en ese puto año tan maravilloso.
Gerona se estremece.

todos esos murciélagos, ahora, salían rodeando al viejo inutilizado por todas y cada uno de las personas que había conococido, el viejo.....se volvía loco.

SE VOLVÍA LOCO, pero...

había nubes ahora y el cielo gris las sostenía, y se veía perfectamente por la calle, era pleno día.

el viejo sentía cada vez más la sed de sangre tan necesaria y justa arremetiendo contra su pecho a base de grandes placajes. uno tras otro, otro tras el otro; y tras éste último otro, otro otro y otro

al viejo loco le cambió la mirada

¿qué podía hacer? díganme!
¿qué mierda podría hacer un viejo loco con una escopeta en las toscas manos y un rápido índice para tirar de gatillo tras asquearse tanto del mundo?

saltó

saltó al suelo desde el balcón y probablemente se rompió un par de huesos y la cadera, pero, admirablemente, podía continuar. algo magnífico le movía.

ligero el paso cuesta arriba, arrastrando una pierna. un tiro, pah!, un yonkarra al suelo y rodando cuesta abajo; gente que venía por la calle ahora huye despavorida.

patada en un puerta de un bar y masacre magistral ipso facto... uno tras otro, todos los feligreses untaron el suelo de sangre.
al dueño del bar le cascó con la culata en la cabeza mientras le agarraba de la camisa...y le escupió y el esputo se estampó en su frente y se deslizó por su cara hasta el cuello, negro y denso esputo; y acto seguido le metió la pistola en el estómago y disparó.

el viejo loco estaba muuuuuy cuerdo


conforme salía, junto al sonido de sus pasos sobre los charcos del bar, vio a uno de estos guardias jovenzuelos que se deciden a conquistar el mundo desde una plaza de policía en un jodido pueblo de mierda, mentecatos comepollas, lameculos chulescos y prepotentes. le disparó sin dudarlo, sin dudarlo un tiro al pecho y se acabó el muchacho. métete ahora esa cresta engominada por el culo.

siguió andando calle ariba con un tiro en el brazo izquierdo y soltando sangre para regalarla al mundo y regarlo con ella y redimirlo al más puro estilo cristiano.

un tullido loco avanzaba por las calles de gerona de mil novecientos treinta y tantos o dos mil no se cuantos con una escopeta en la mano matando a gente despistada que no tenía culpa de nada; precisamente por no ser culpables y haberlo consentido merecían el disparo


pah! otro disparo...
cartuchos al suelo: podías encontrarlo en cualquier sitio, sólo debías seguir sus migajas, su hambre destructiva y su nada que perder.

se hubieron de juntar diez antidisturbios o veinte con escudos porras y armas rodeándolo para no dejarlo salir, recibiendo disparos uno tras otro e intentando derribar al viejo demente con tiros en la cabeza y en el pecho y él seguía de pie...disparando al mundo que lo había matado, desparramando trozos de cráneo y sesos al suelo, disparando a la autoridad que quería acabar con su vida, que quería acabar con la libertad de un anarquista o de una persona completamente normal que simplemente supo seguir la línea de puntos. espasmos a cada disparo y cantaba una alegre canción con su atronadora voz.

ni anarquismo ni pollas... sed de sangre... el mundo le empujó al rincón en el que se necesita ver derrames de sangre y gentes por los suelos de rodillas ante otros llorando y tapando sus huecos de balas, necesitaba ver a niños de 4 años al lado del cadáver de sus padres sin casi poder comprender, necesitaba sentir que no sólo era dueño de su vida, sino de la de los demás....necesitaba esa fantástica palanca de control y manipular la realidad para ver el resultado... el excelente resultado.
.
.
.
juan ramón cayó al suelo desplomado clavando la mirada en el cielo con una sonrisa, mil boquetes en su cuerpo, la ropa tintada granate y un charco en el suelo que bañó al mundo entero.

juan ramón, un día, fantaseó con administrarse un tiro.

domingo, febrero 22, 2009

hablábamos con cho

A veces, cho, a veces.

Ese es el tema que me inquieta, claro, a veces; dicen, a veces.

El hecho de que a veces te agarre del pelo y te lance el rostro contra el escritorio para, simplemente, verte sangrar, me excita jodidamente.
Comprendo que, a veces, te pueda sentar mal que te plante el antebrazo en la frente y te retire la cabeza hacia atrás para con un cuchillo ver tu yugular respirar al aire libre, agarrarte con fuerza del pelo y deslizar la hoja sobre el cuello y destrozar, como siempre, algo bello.

Quieren convencernos, cho, pero las cosas no siempre son bellas.

Pero a veces me siento en el show de truman y defeco en sus difuntos, cho, y me miran con aprecio como diciendo que no sé lo que hago y ni tan siquiera donde estoy, cho.
¿qué le vamos a hacer?

A veces me casco unos chupitos de cointreau con larios y vodka solamente por conocer el dolor y disfrutarlo, y ver cómo se nubla el mundo y cagarme en la realidad.

Demasiadas veces he tenido que sacar de casa un cadáver envuelto en plástico con la cara angustiada, cho.

La Angustia, cho, la Jodida y puta Angustia, cho.
La Angustia, a veces, se te sienta al lado y te ves obligado a invitarla a beber, y al rato, pero sólo al rato, a veces, dice de besarte.


Calla y deja que me retire la bala del karma, cho

lunes, febrero 02, 2009

retahila vital

por gritarnos y despedazarnos, por mirarnos fijamente, asentir, alzar nuestra esbelta figura, y seguir bailando hasta que la canción deje de sonar paulatinamente. a un violento desdén en el que te dejarás caer hacia atrás para que te coja y tu pelo deje con la miel en los labios al suelo por no besarle

huele a un nuevo paso, huele a un nuevo caminar entre tus gráciles piernas, huele al carmesí de la primera noche en la cama tras la exahusta sensación de haberlo hecho todo bien.

marcando el compás con la gracia tentadora de un gato me vas llevando hasta donde ni siquiera tú lo sabes, hacia más lejos, hacia más allá, y más allá es más lejos de aquí; pero contigo, bailando, no importan las distancias.


y me vuelvo a despertar. Todo esto no puedo escribirlo ahora

sábado, enero 31, 2009

retahilas disueltas

sin duda encontrarás actractivos en ella que no te podremos dar. es, sabemos tú y yo y lo comentamos a menudo, muy jodidamente atractiva aquella mujer de la infinita tristeza. una untuosidad no excesiva en su carácter (que te invita) y lo sé; conmigo también lo intenta.
mitad y mitad es suficiente.
mitad de un beso factible y vital, mas la mitad del otro o si acaso media mitad de la mitad que te daría ella sería más que suficiente para cualquiera de nosotros, pero en el momento que llegue, las tres primeras caladas de negación de la pulsión superviviente te las debe de dar la vida y no tú a ellas (lo que viene a ser lo mismo);
y sin embargo, tú, compañero de excitantes viajes, tú, deseas besarla, acariciar su pelo, mirarla a los ojos mientras ella penetra toda en tí y decirle palabras bonitas mientras, literalmente, te devora el cuello. pasear con ella cogidos de la mano viene a ser últimamente tú más desafiante y excitante acción.
follar con ella a escondidas en el aseo de cualquier lugar mientras crees taparle la boca con la mano para que no grite, y sabiendo a ciencia cierta que es ella quien te sujeta para que no digas su nombre en el cúlmen orgásmico (porque no lo sabes, campeón!)... para que nadie sepa quién se esconde tras esa mirada perdida e inquisidora al mismo tiempo, desnudando al mismo tiempo personas y objetos (objetos al fin y al cabo, unos de otros, y de cada otro, como decía, otro otro y viva la otredad)

viernes, enero 23, 2009

terminemos de bailar

http://www.youtube.com/watch?v=ZgcqijaUxdg&feature=related


N. del A: (imprescindible abrir esto para comprender el texto)



se acabó la galantería
se acabaron las escenas de galanes alpachinescos y mujeres seductoras de grandes y hermosos labios y definida la figura.
se dió por acabada la última escena de la película en la que salía a escena el galán del hortelano, como el perro, sin comer ni dejar comer.
bailamos el último tango abrazados, sintiendo temblar cada uno de nuestros trémulos músculos. temblábamos como púberes seres cubiertos de nieve, enamorados, en medio de quien sabe, a punto de llorar los dos. sin atrever ni a mirarnos siquiera.

se acabaron las noches en vela mirándonos a través de una vela roja con su llamarada incandescente acentuando tu sonrisa, definiendo ocasionalmente tu vestido negro ceñido que tantísimas veces me cegué con él.

se acabó el caminar sobre el agua sonriendo; caminaremos ahora, si acaso, sobre valles de lágrimas inhertes. muriendo a cada paso un poco más, pues a cada paso, un paso más hacia ninguna parte, hacia nada ser.

bailábamos y nos mirábamos los hombros por debajo de los párpados entrecerrados, cogidos de una mano bien alta, otra en tu cintura, y otra mano en mi cadera; una pierna tuya se deslizaba por otra mía, y sonreías tímidamente, dominando la situación; cambiábamos el ritmo, marcábamos el compás a nuestro antojo y bailábamos eternamente. y así bailamos para siempre.
eva, ¿sabes el significado de la expresión "para siempre"?:

-moriría día tras día de todas las formas posibles por una cabeza; por una cabeza me dejaría despedazar por un ave rabicunda diaria y eternamente, eva, para bailar contigo por la noche.

creo no saber cómo dejar de bailar contigo, creo no estar a la altura de este cambiante baile acentuado, con un ligero olor a carmesí, eva.

como aquella vez en la que deseaste mirarme por encima de todas las cosas y lo hiciste, y bailamos, embriagados, bailamos hasta quedar exahustos el uno al lado del otro, contoneándonos con la suave melodía de este violín que suena... bailamos toda una vida.

vete, si así lo quieres, eva, pero no te vayas a mitad de este baile; cuando, lentamente, nuestros cuerpos cesen, vete, si así lo quieres, eva...



pero ten claro que moriría día a día de todas las formas posibles por una cabeza

jueves, enero 22, 2009

adioses diarios

llevo sentado en el sofá hará unas dos horas, o mil minutos, o un día y medio, no lo sé, he perdido la cuenta. me zarandeo con la barbilla sobre las rodillas como un chiquillo autista y empiezo a mirar a todos lados tan pronto como dejo de mirar fíjamente a un mismo punto.
doy vueltas por toda la casa intentando acordarme de algo que hacer, me siento al ordenador a ver si te encuentro y tampoco. sigo dando vueltas por casa.
el reloj de pared, tan cuco como siempre, me parece un reloj de arena de pronóstico maldito, cada movimiento parece hechar sobre mí pecho un poco más de cemento.
hace un calor espantoso y me estorba la ropa, comienzo a sudar como un descosido. me pica la nuca, la rasco, y me pica la oreja, y el estómago, y la cara, y las plantas de los pies ...y no parezco estallar en carcajadas.
el pelo cada vez más grasoso y despeinado, las cuencas de mis ojos oscurecen y se amoratan, cada vez más lejos del mundo mis ojos.

desespero
desespero completamente al ver que no llegas.
no quedamos en llamarnos pero lo esperaba.
lo esperaba, eva, lo esperaba.
desespero

vuelve el tictaqueo de ese reloj autómata; cada tic un soplo de aire caliente, cada tac un hachazo.
me acerco al frigorífico y no hay agua fresca, ni nada fresco, ni un cubito que hecharme a la boca, nada, y nada es nada.
intento resetear mis ideas y poner cada mueble en su sitio: las sillas con las sillas, los ataudes con los ataudes, las batidoras con las batidoras, las almohadas con las almohadas; intento que cada cosa ocupe su sitio y desato la algarabía maravillosa que todo lo torna: el desorden, desespero.

vuelvo a llenarme el pecho de aire una y otra vez mirando al teléfono encima de la mesa, intentando estar pensando que todo va a salir bien; pero tan pronto como lo intento me desmorono: te olvidaste de mí y lo admito, aunque me cueste; te cansaste, esperabas un muchacho esbelto y guapo y cariñoso, y encuentras esto... sí te entiendo, tranquila, no pasa nada.
cada segundo es una gota roja que regalo al mundo.
no necesito más la sangre si no tengo con quien mezclarla, si no tengo con quien disparar desde ahí arriba... ¡me siento tan ínfimo!...
vuelvo a llenarme el pecho de un aire insípido y cálido, mil veces respirado.
empiezo a ser consciente de que mirarás de otra forma, de que nada esperas de alguien que nada puede darte.
los tanques vuelan de un lugar a otro pisándome todos y cada uno de ellos: angustia es la palabra... desesperación, quizás.
¿vomitarás si te digo que desde que nos acostamos no me he duchado? da igual que nos hayamos acostado ayer o ahora mismo, ¿vomitarías?
me pesan estos párpados de plomo y los mantengo abiertos hasta el amanecer, desesperado, angustiado, maltratado por el tictaqueo homicida...
me tiro del pelo, me lo arranco y grito. golpeo mi cabeza contra ese muro de contención que todos tenemos, desesperado, triste.
me meto la mano en el pecho y tiro de algo con fuerza entre lágrimas y griteríos y espasmos incontrolables. arranco el órgano lo lanzo por la ventana y caigo en un desdén de la razón.

intento llenar mi pecho de aire por última vez, y muere en gorgotones de sangre y oxígeno.

suena el teléfono temblando sobre la mesa:
-¿qué tal? ¿nos tomamos algo?
-claro, ahora voy.


todo vuelve a la normalidad que buscaba, con la conciencia intranquila repleta de saber que tras de esto queda el rastro de un siempre funcionar así enfermizo, de un no saber cómo controlar ese sin-yo que desatina y mata al más fuerte si es necesario...
y tras tu próxima ausencia, idéntica mi condolencia.


a cada paso, un paso más hacia ninguna parte

jueves, enero 15, 2009

despistado

no es aquel, sin duda alguna, el literato al que me gusta acudir para que por mí escriba, no es éste el escriba, no.

me gusta: aguda la aguja, muerto en locura, escopetas y besos púrpuras rodeando su cintura.... el torreón de la absurda sinrazón sub-surrealista underground.


yyy...y siempre divago, en vez de estar bien centrado en lo mucho que odio al género humano, muchacho.

y siempre me acaricia la sensualidad del verso y el secuestro se me vuelve eterno e intenso, y en ocasiones, el espectro perverso sale a la palestra y reclama fuerte de quién es este cuerpo.

y sin duda el sexo: la pulsión onanista autodestructiva acristalada y los vahos por toda ella.

y sin duda alguna: poder disparar al mundo desde cualquier azotea neoyorkina mientras que ella se sienta tras de mi bebiendo su daikiri bajo una sombrilla de colores y con una pamela beige en lo alto del busto y con gafas de sol, con sus labios inyectados en rojo para que después me acerque y la bese.

y que luego, ella, si quiere, que baile bajo la lluvia o que grite o que maldiga o que sonría o aletee y se tambalee y caiga desplomada sobre un badén de plumas

Antes de amanecer el cielo es cuando más oscuro está

la chica a la que nunca besé, o quizás a la que no supe besar
el mismo pelo que no supe acariciar
la nariz tozuda de esa niña que rie detrás de las cortinas
el olor a mantequilla del desayuno que hacía suyo
los pómulos vergonzosos que nos reafirmaban sobre el mundo no han sido mios

lo onírico tiembla a diario transformándose en algo palpable, mientras que lo que palpo se tergiversa y desfigura deshaciéndose en más de mil colores, o quizás en sólo tres.
la cabeza proclamando el cambio de aires, de alturas, reclama el pasado y lo hace suyo, como el desayuno que nunca compartimos.

como proclamando el futuro con la cabeza y los pelos al aire estorbándole en los ojos, algo antropomorfo nos señala y marca con su signo violeta. a nuestro parecer difusa e indistantemente...pero que cunda el pánico! todo esto está perfectamente perginiado, nada es insditinto ni efímero, tan sólo esa mariposa que besuquea la ventana vestida con gotas de lluvia,


y tú tras la ventana queriendo tocarla con tus dedos....


gracias a una especie de figura desdentada vestida de luto, vuelve a salir el sol a lo lejos del horizonte


y jack johnson hablándonos acerca del tráfico celeste

lunes, enero 05, 2009

¿bailamos?

si quiere latir el mundo que lata, déjalo ir, deja de susurrarle entre las piernas para que se quede. Si se quiere quedar entre nosotros, se quedará,
No te preocupes, no llores, corazón, por alguien que ha muerto; llora por ti, porque nunca más volverás a verlo, o si no quieres hacerlo, aprieta tus manos contra tu pecho, frunce el ceño y saca tu alma, libérala, sácate el alma, amor. saca esa alma que quiero desde hace tiempo y estréchala con fuerza, deja que su olor me lleve, me llene y me quiebre en cientos de miles de pedazos infinítamente inmensos. deja, ahora, que vuele; abre con tranquilidad, con sosiego abre tus manos y deja que salga de su cavidad, deja que vuelva a sentir el aire fresco del invierno en su cara y su pelo mientras te ve caer al suelo desplomada y desalmada.
deja que esa alma me mire a los ojos y baile conmigo al son del tiempo y del espacio, deja que ese sinsentido que nos acose a ambos sea eterno, eterno, eterno...desde siempre y para siempre bailando junto a ella, elevándome al cielo más y más, mas no al cielo, no en esa dirección, bailar sobre el agua y las montañas, bajo el ocaso y acaso, por encima de todo y bajo cualquier cosa bailar abrazados hasta siempre.
hacer despertar las flores y cantar a los lunáticos seres que nos rodean, esos diminutos lunáticos que nos miran asustados mientras tu alma y yo.....

mientras caes al suelo tu alma yo ya nos hemos mirado, ya es tarde para que te incoorpores y me ames de nuevo, has muerto como te pedí y muerta te necesito. necesito ese recuerdo

ver en la cara de más de mil
mujeres
ese mismo rostro
que, ensordecedor,
me grita,
a miles de kilómetros de distancia,
para que
me acerque
y te bese
y te bese de nuevo
y que nunca cese el beso ese que suscito

y te bese otra vez,
y por último,
te bese eternamente
sin llegar a encontrarte nunca, sin poder, nunca, haberte mirado a los ojos, sin nisiquiera poder haber tocado tu piel ni recorrerla con mis manos y hacer sonar esa suave melodía de la etérea presencia que nos acoje y mima.

jactantes, las palabras, quieren fluir y se amontonan para hablar de eternidades y amores platónicos.




cae otro pedazo de incienso quemado