miércoles, septiembre 09, 2009

correr, huir, gritar, empezar.

voy a ir a donde siempre queremos estar: a cualquier sitio donde poder gritar y que nadie nos escuche, a fin de cuentas cualquier sitio. Nos oyen; oyen gritos y risas y llantos de colores y sabores diferentes, pero no los escuchan. Escuchar escuchar tampoco escucho, ni (aunque suene bien) me ducho; pero qué se le va a hacer. Pero en serio que voy a ir a cualquier sitio donde no nos oigan gritar, y no gritaré (para qué, si nadie me oye), simplemente se puede esperar a que venga alguien a gritar y joder ese sitio. Joderlo porque habré escuchado gritar a algún cabron desesperado y vergonzoso; y matar el metalugar y no dejarlo estar para poder escuchar gritar a cualquiera donde quiera que esté. Tener las orejas del tamaño de un cráter volcánico y que mis oidos se oigan a sí mismos al ponerse a funcionar. Y matar otra vez, que llevo mucho tiempo sin hacerlo.

2 comentarios:

  1. Anónimo9/11/2009

    A veces es imposible dejar de gritar, para que se olvide el silencio, para que no duela no decir ni escuchar nada.

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  2. Anónimo9/13/2009

    madre mia... y no te vale gritar en la ducha?

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