jueves, julio 15, 2010

no hay boli ni papel

"¡Las musas se van! ¡Oh, póstumo! (...) Las musas se van porque vinieron las máquinas y apagaron el eco de las liras"

decía Rubén Darío, y acertaba el muy hijo de puta; lo asimilo de nuevo en mis propias carnes.
Demasiado ruido de máquinas, demasiado ambiente hostil para las musas...